viernes, 27 de marzo de 2009

RECREOS DE TERROR( CUENTOS,LEYENDAS Y SUPERTICIONES)

Fachada de la Iglesia FELICITAS Se encuentra en el barrio de Barracas, calle Pinzón 1480, frente a la plaza Colombia

dicen que al entrar se siente una energía total que pone los pelos de punta a cualquiera.

¡ Ah! no olviden que los restos de Felicitas están allí mismo sepultados


Relatan






Escuchan


Este es un EsPaCiO pArA cOnOcEr MáS dE cErCa, PARA CONOCER MITOS Y LEYENDAS URBANAS



¿A quién no le han contado alguna vez algún relato extraordinario pero que sin embargo roza el costado de lo increíble?. Son experiencias que le ocurrieron al amigo de un amigo o al vecino de Fulanito pero que dentro de la cadena de relaciones nunca permiten llegar a la raíz del asunto. Lo cierto es que esas historias constituyen las leyendas urbanas de cada ciudad, sus cualidades míticas.



Cada vez que suena la campana de recreo los chicos vienen corriendo a la biblioteca a escuchar a la bibliotecaria la narración de alguna leyenda, y luego los chicos relatan alguna historia que les contaron.


Aquí van algunas y anímese a leer las más escalofriantes historias protagonizadas por los habitantes de determinados lugares


¿ Qué hay de cierto en ellas?





Felicitas Guerrero

A mediados del siglo XIX, con sólo 15 años, Felicitas Guerrero, hija de un inmigrante español, se perfilaba como una de las jóvenes más bellas de la Ciudad. Los jóvenes de las familias más aristocráticas empezaron a cortejarla, hasta que su padre la entregó en matrimonio a Don Martín Gregorio de Álzaga, un hombre entrado en años, hacendado y dueño de gran parte de las estancias de Buenos Aires.
La boda se llevó a toda pompa; entre los presentes estaba Enrique Ocampo, un hombre de la alta sociedad porteña; quien amaba a la jovencita en secreto.El matrimonio no era muy feliz, tuvieron un hijo que murió víctima de la epidemia de fiebre amarilla a los 3 años. Meses después, Felicitas queda embarazada nuevamente pero pierde el bebé al poco tiempo, generando una profunda depresión en Don Martín de Alzaga el cual muere al poco tiempo de la muerte de su hijo.Felicitas, con 25 años, se convierte así en una viuda rica y acaudalada. Empieza a ser asediada por gran cantidad de pretendientes, entre ellos Enrique Ocampo quien cree que está en su momento ideal para enamorar a la muchacha.
Pero Felicitas, luego de cumplir con un riguroso luto, conoce a Samuel Sáenz Valente en una reunión y ambos quedan profundamente fascinados. No tardó en nacer una relación amorosa que terminaría en el altar.
Enrique Ocampo, terriblemente angustiado con la noticia de perder nuevamente a la mujer amada, visitó una mañana a Felicitas para mostrarle su disconformidad y en un arrebato, le disparó por la espalda.Felicitas, malherida cayó instantáneamente al suelo. Al ver lo que acabó de provocar, Enrique apuntó el arma en su cabeza y se suicidó al instante. Los cuerpos fueron encontrados por el primo de Felicitas, Cristian De Marías, el cual se dio cuenta que ella aún estaba con vida. Felicitas Guerrero de Álzaga murió tres días después luego de una intensa agonía, el 30 de enero de 1872 a los 26 años de edad.
La fortuna pasó a manos de sus padres, los cuales erigieron en honor a su hija una capilla en el lugar donde ocurrió el pasional asesinato.
La Iglesia de Santa Felicitas se inauguró el 30 de enero de 1876 en el barrio de Barracas.Son numerosos los relatos de los vecinos. Muchos afirman que el fantasma de Felicitas vaga por la iglesia y todos los 30 de enero se la puede ver llorando tras la rejas de la entrada. Otros afirman que las campanas suenan inexplicablemente estando la iglesia vacía. Hay una escultura de Felicitas y su hijo Félix en el interior de la iglesia, a la cual se le atribuye el poder de traer la desgracia a quien ose besarla. También es común el mito que dice que el que toque las rejas de la entrada, recuperará a su amor para siempre.



La leyenda de la chica muerta del baile

En distintas ciudades de la Argentina circula este relato, con algunas variantes mínimas, que tiene como protagonista a un joven que concurre a una fiesta, baile o lugar de diversión nocturno. Allí conoce a una bella muchacha de vestido blanco a la que invita a bailar y de la que se enamora instantáneamente. A cierta hora de la noche se ofrece a acompañarla hasta su casa y le presta su abrigo para protegerla del frío.
Al día siguiente, el muchacho vuelve a la casa de la joven con intención de verla nuevamente y es atendido por los padres de ella, quienes con sorpresa y estupor le informan que la muchacha ha muerto uno o dos años antes.
El enamorado no entra en razones, motivo por el cual los afligidos progenitores lo llevan hasta el cementerio con el propósito de que, al ver la tumba, el muchacho se convenza de la verdad de sus dichos. Al llegar a la tumba, la estupefacción estalla en los tres, al descubrir que sobre la lápida descansa el abrigo que el muchacho le había prestado a la joven la noche anterior
SEGUIRE CONTANDO OTRAS HISTORIAS..................



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